martes, 30 de noviembre de 2010

CASOS DE MUJERES MALTRATADAS

Hola, siguiendo con el tema de la NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, les escribo algunos casos de violencia contra la mujer. Sobre todo con el fin de motivar y sensibilizar a las mujeres a denunciar la violencia física y/o psicológica que puedan estar sufriendo. Es por eso, que he creído necesario mostrarles estos testimonios de mujeres maltratatas, que apesar de tanto sufrimiento lograron ser felices!!!


TESTIMONIO DE CARMEN: es una mujer de 31 años. Se había casado muy felizmente con su novio de hacia 6 años y habían tenido un hijo. Cuando el niño tenía aún tres años, el marido murió en un accidente de tráfico y todo cambió. Toda la familia entró en un duelo por la pérdida y Carmen se vio sola ante una situación de difícil manejo. Parecía que todos lo sentían más que ella.
Un compañero de trabajo de su marido le mostró su ayuda y su apoyo y poco a poco fueron intimando más. Carmen se sentía culpable, puesto que en pocos días el compañero de trabajo usurpó el puesto de su marido. Ella se sentía sola y desvalida y depositó en él toda su confianza. Como suele pasar, las cosas al principio eran muy sencillas, hablaban de sus cosas, le confesaba sus problemas con su familia y la falta de tacto que habían tenido para con ella. Él se fue informando de todos sus puntos débiles y cada vez se acotaba más el cerco.
Los problemas familiares sirvieron para que él la apartara de su familia y así se vio aislada y sola. Él comenzó a planificar sus gastos y las compras en casa, empezó a poner pegas a todas sus decisiones, por pequeñas que estas fueran justificando que lo hacía para ayudarla y para que las cosas le salieran bien. El niño, aún pequeño, pedía mucha atención a su madre y a veces tenía malos comportamientos, los cuales eran criticados en exceso por él. Parecía que el niño tenía que ser el mejor de todos y sino no sería nadie en la vida. Esto era lo que a ella más le dolía. El miedo a estar sola y un duelo muy mal elaborado tras la muerte de su pareja la hicieron mantener la situación durante tres años. Comenzaron las críticas y desprecios directos a su persona, formas de actuar, de vestir, de relacionarse con los demás. Ella se ocultaba de él para ver a alguna amiga o para asistir a su psicólogo, (al cual comenzó a ir animada por una amiga) inventándose citas con médicos o similar. El acercamiento a su hermana una vez iniciada la terapia y aclarando algunos resquemores y resentimientos ayudaron a Carmen a volver a recuperar una parte de su familia y que sirvieron como aliados para separarse de esta persona que más tarde se supo que solo buscaba la herencia conseguida tras la muerte del marido (unas tierras y una casa en un pueblo).
Su baja autoestima y su necesidad de ser valorada por los demás hicieron a Carmen entrar en esta dinámica. No recibió maltrato físico, pero los insultos y críticas hicieron mella en su autoestima ya dañada por una infancia algo conflictiva. La pérdida de su marido al que todos valoraban y querían y que era su base más firme la hizo pensar que nada sería igual y que tendría que unirse al primero que se fijara en ella porque sino estaría sola. Por suerte buscó ayuda a tiempo y hoy por hoy se está recuperando y ampliando su círculo social.

TESTIMONIO DE MILAGROS: es una mujer de 56 años. Cuando tenía 20 años se casó con su novio del pueblo, al único chico que había conocido. Vivieron en el pueblo en los primeros años de su matrimonio y allí tuvieron a su primer hijo (después vinieron dos más). Como muchos emigrantes, se trasladaron a la ciudad a buscar trabajo. Milagros siempre fue ama de casa y siempre fue la mujer sin cultura e insegura que vivía bajo la protección de un marido igualmente inculto pero de sexo masculino. Eso era un valor muy grande en aquellos tiempos. Las dificultades económicas siempre les habían presionado, pero con 47 años despidieron a su marido del trabajo y tuvieron que apurarse aún más. La situación era difícil, su marido cada vez era más arisco y agresivo. Criticaba sus comidas, cómo tenía la casa, las conversaciones con las vecinas. Cualquier cosa era motivo de discusión.
Poco a poco fue aprendiendo que lo mejor era mantenerse sumisa y callada y decir que “sí” a todas sus demandas. El comenzó a beber más de la cuenta y el momento de llegar a casa era temido por todos (aun vivía un hijo en la casa, el cual se enfrentaba a su padre y defendía a la madre) con lo cual comenzó a ser victima también del maltrato del padre. Su aislamiento social cada vez era más latente y a Milagros sólo le quedó la conversación con su vecina de toda la vida, con la cual hablaba a través de la terraza cuando el marido no estaba. Ella la insistió en que denunciara pero Milagros se veía sola y sin un sitio a donde ir. ¿Qué sería de ella? No tenía dinero ni trabajo, nunca había trabajado y ahora le parecía un mundo salir adelante sola. Varias veces acudió al hospital para que la curaran y se habló abiertamente de lo que sucedía, su hijo la acompañaba y era él quien la animaba a denunciarle, pero por miedo siempre suplicaba a médicos y enfermeras que no hicieran nada.
Un día, animada por su vecina acudieron a una cita con la asistente social de su ayuntamiento, allí le explicaron qué opciones tenía y qué era lo mejor que podía hacer. Allí la apoyaron y la animaron para salir adelante. Pidió ayuda a su hermana que vivía en otra provincia y se instaló en su casa tras denunciar al marido. Al principio fue duro, porque sabía que él la buscaría, pero por suerte su hermana había cambiado de residencia en una capital de provincia y su marido no supo localizarla (el alcohol cada vez hacía más mella en él y sus capacidades estaban limitadas). El tiempo hizo el resto, se separaron definitivamente y nunca más volvió a verle hasta el juicio, en el que no hablaron para nada.

TESTIMONIO DE SONIA: tenía 17 años cuando sufrió una experiencia que le marcó para toda la vida. Salían en pandilla con otros chicos y chicas del barrio y un día apareció un chico nuevo que era vecino de su amigo Sergio. Este chico procedía de una familia desfavorecida, su padre era alcohólico y un hermano mayor estaba en prisión por robar en una gasolinera (era toxicómano). Este chico se hizo en pocos días el líder del grupo: era el más divertido y chistoso, gustaba mucho a todas las chicas del instituto y su labia les tenía a todos encandilados. Pasados unos meses comenzaron a salir como pareja. A Sonia no le parecía nada serio puesto que le conocía y sabia que iba de flor en flor, pero a ella le gustaba y pasaban buenos ratos juntos. Los problemas comenzaron cuando un día le dijo que no se pusiera faldas cortas ni tops, que la quería sólo para él y que los demás se buscaran a otra”.
A Sonia le pareció excesivo dado lo incipiente de la relación, pero poco a poco fue cohibiéndose a la hora de vestir, hasta el punto de que sus amigas se reían de ella por hacerle caso. Comenzaron a aflorar los puntos más negativos de este chico, todo resultó una carátula y detrás había una persona agresiva y conflictiva. Cualquiera que mirara a Sonia o que la saludara era un motivo para ensalzarse en una pelea o discutir con amenazas e insultos. Las amigas comenzaron a separarse de ella por el miedo que le tenían y se veían o hablaban a escondidas para que él no se molestara. Sabía que podían ser las causantes de que Sonia reaccionara.
El aspecto físico de Sonia se fue deteriorando, tenía ojeras y la ansiedad le hacia comer poco y a veces vomitar. Lloraba por las noches porque no sabía qué hacer y el miedo la tenía paralizada. Un día, tras la presión de su madre, le contó lo que sucedía y a partir de ahí todo se resolvió. Sus padres y ella fueron juntos a denunciar a este chico y tras la charla de rigor de su padre a él, nunca más volvió a molestarla. Rompieron definitivamente, ella se fue todo el verano a casa de unos primos y al volver el chico había desaparecido. Los amigos le dijeron que se fue a trabajar a las islas. Tuvo suerte.

POEMA
MALTRATO Y VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Maltrato y violencia contra la mujer
se sigue produciendo a nivel mundial,
la restricción de la libertad
ocurre en cualquier grupo social.

Lejos de disminuir aumenta,
algunas todavía siguen soportando,
golpes, sacudones, empujones,
otras cansadas del hogar se alejaron.

Si alguien de su entorno observara
lo que en ese hogar está sucediendo,
que la violencia no se haga familiar,
si te das cuenta vos podes ayudar.

Si sos testigo debes denunciar,
no pienses que son historias privadas,
o que allí no está pasando nada,
no seas parte de la indiferencia.

En cualquier sociedad civilizada,
los pilares básicos para la mujer
es el derecho humano a no ser golpeadas,
hostigadas, torturadas o asesinadas.

En el día de la no violencia familiar,
a todas las mujeres debemos proteger,
que sirva para meditar y pensar,
la forma para este problema resolver.


SOLO TU ERES DUEÑA DE TU DESTINO,
SI ERES VICTIMA DE AGRESION FISICA, PSICOLOGICA O DE CUALQUIER INDOLE,
DENUNCIA A LA COMISARIA MAS CERCANA QUE ESTES.
NO ESTES SOLA, TRATA SIEMPRE DE TENER UN GRUPO SOCIAL,  PROCURA NO ALEJARTE DE TU FAMILIA NI DE TUS AMIGOS.
SE TU MISMA, QUIERETE, NO PERMITAS QUE TE HUMILLEN, NO DIGAS QUE AGUANTAS SOLO POR TUS HIJOS, PORRQUE ELLOS TAMBIEN ESTAN SUFRIENDO Y ESTOY SEGURA QUE SERINA MAS FELICES SI LES DEMUESTRAS TU VALENTIA.
BASTA YA DE TANTO MACHISMO, CELOS INJUSTIFICADOS, VIOLACIONES,.......
TU ERES EL CAMBIO!!!! ANIMATE A SER FELIZ, COMO ESTAS MUJERES, QUE SON EJEMPLO DE VIDA.

KEYLY DIAZ 
CHICLAYO, PERU 



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